El pasado viernes 28 de abril, el Sindicato de Trabajadores Docentes de la Universidad Nacional de San Juan (SiDUNSJ) realizó la Asamblea General Ordinaria en su sede de calle Santa Fe 460 (e) para poner a consideración de los afiliados el primer año de gestión de la Comisión Directiva.
Los afiliados presentes apoyaron de manera unánime la totalidad de las acciones sindicales que lleva adelante el gremio docente y brindaron su respaldo a la labor de la Comisión Revisora de Cuentas, aprobando sin excepciones la Memoria Institucional y el Balance correspondientes al ejercicio 2016.
Geraldine Conte Grand, Secretaria Económica y Financiera del SiDUNSJ, se refirió a la importancia de ese hecho político y afirmó en ese sentido que “es la primera vez que se hace una regulación económica y financiera de la institución sindical. No es un dato menor, porque esto le da legitimidad a la acción sindical y da una idea de que no son acciones voluntarias ni una militancia vacía de contenido, sino que hay una estructura y una primera instancia en la que damos cuenta de nuestra convicción en el sindicato, porque una cosa es decir que nosotros apostamos a un nuevo modelo sindical y otra cosa es dar cuenta, además, de la transparencia en el uso de los fondos públicos”.
En la misma línea, refiriéndose al trascendente momento que atraviesa el gremio, la integrante de la Comisión Directiva agregó: “Ha sido muy importante y significativo, un hecho histórico que consolida la identidad del sindicato para seguir creciendo y que le da institucionalidad”. La Secretaria sintetizó así el logro que significó la articulación de la acción gremial con la acción económica y financiera, que fue lo que otorgó sentido a cada gasto realizado por la institución gremial. Conte Grand aseguró que además de ser un desafío hacia afuera, lo cual implica justificar los gastos económicos y financieros al Ministerio de Trabajo, como así también a los propios afiliados y compañeros, fue un desafío en lo personal. En relación con eso, relató: “yo vengo del área de las Ciencias de la Educación, con una impronta de que ‘de números sólo hablan los economistas’. Entonces implicó desmontar un discurso y ver que desde el área de la Educación yo también puedo hacer un abordaje económico y financiero de una institución sindical”.
La afiliada contó que “Fue una gestión que costó mucho” por ser la primera vez que cada uno de sus miembros realizaban esas tareas y por la restricción de los fondos económicos con los que cuenta el sindicato, situación que repercutía en la limitación de las acciones sindicales y que exigía mayor responsabilidad en la administración de sus recursos.
Por último, Geraldine destacó el arduo y constante trabajo tanto de la veedora del Ministerio de Trabajo como de la Comisión Revisora de Cuentas, y sostuvo que la del sindicato “Es una militancia del cuerpo colectivo que lo sostiene como tal. No se trata de un trabajo que aporta un rédito económico. Todos tenemos una militancia muy convencida y un proyecto sindical y de país que tiene que ver con lo nacional, lo popular y lo colectivo, y no con lo individual”. Ese posicionamiento se hace necesario dado que, como sostuvo la entrevistada, “Estamos impulsando un sindicato para los trabajadores de la educación, no para los empresarios. Por eso nos manejamos con lógicas sindicales y no empresariales”, concluyó.