En junio del 2019, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó el convenio 190 en el que gobiernos, patronales y sindicalistas del mundo acordaron un piso de derechos para los trabajadores y las trabajadoras del mundo, inexistente hasta este momento, contra la violencia y el acoso.
Luego de ese hecho histórico, cada país debía ratificarlo. Recién con el cambio de presidencia y la asunción de Alberto Fernández, este tema fue puesto en la agenda. En junio de este año alcanzó la media sanción en Diputados y ayer, 11 de noviembre, obtuvo su aprobación en el Senado con 241 votos a favor, 1 en contra y 2 abstenciones.
Una de las características de este convenio es que abarca la violencia de género y reconoce el vínculo que puede existir entre el mundo del trabajo y la violencia doméstica.
Otra distinción es que protege a todo tipo de trabajador y trabajadora sin importar su estatus contractual: protege tanto a quienes se encuentran en una relación formal, a los/as precarizados/as, al personal en formación y también a aquellos/as que se les haya rescindido su contrato, a voluntarios/as y a personas que buscan empleo.
Este convenio da a luz a una nueva normativa laboral en el mundo después de más de 8 años. Los trabajadores y las trabajadoras seguimos construyendo agendas en distintitas partes del mundo, que son escuchadas y traducidas en políticas reales.
Revivimos la entrevista que el año pasado realizamos en Crece desde el Pie, programa radial producido por SiDUNSJ, a la Secretaria de Relaciones Internacionales de CONADU, Yamile Socolovsky, quien asistió a la reunión en Ginebra en la que se aprobó este convenio que este miércoles fue ratificado por el Estado Nacional.